NOSOTROS

UNA BODEGA CENTENARIA

Nuestros inicios se remontan a 1844, cuando la familia fundó una pequeña bodega en un viejo molino conocido como La Noria, en la falda del Castillo de Aguilar de la Frontera. Por aquel entonces, el vino se elaboraba de forma rudimentaria y se comercializaba en la taberna familiar.

En 1922, tras varias generaciones, José María Toro Albalá adquirió y restauró la antigua central eléctrica del pueblo con la idea de trasladar la bodega y guardar vinos para que envejecieran durante años y se convirtieran en verdaderas joyas enológicas. Se constituía así Bodegas Toro Albalá, y se iniciaba una verdadera hazaña en aquella época y toda una filosofía que hemos conservado a lo largo del tiempo.

Con el cambio generacional en los años sesenta, Antonio Sánchez dio un importante impulso a la bodega en búsqueda de la diferenciación y de expresar una personalidad propia, apostando por el sistema de añadas y consiguiendo vinos inconfundibles. Hoy, Bodegas Toro Albalá está considerada una de las 100 Bodegas de Oro españolas y se encuentra en las mejores mesas de todo el mundo.

UN UNIVERSO DE SENSACIONES ENTRE VINO Y CULTURA

Bodega de Aguilar de la Frontera

El origen de esta bodega va unido a la fundación de Bodegas Toro Albalá en 1922 en las instalaciones de una antigua central eléctrica de 14.000 m2, con abundantes subterráneos ideales para la crianza y la conservación de vinos. Hoy en día, sigue siendo la sede central, donde conservamos la solera fundacional, el salón de catas –con una de las bibliotecas más grandes de España sobre vino, alcohol y enología–, la singular bodega aérea, y el museo del vino y arqueología. Un lugar único de sensaciones entre vino, historia y cultura.

Bodega de Moriles

En la bodega de Moriles se encuentran nuestras naves de crianza de vinos de añadas viejas y de vinagre tradicional, una de las mayores de España, donde el vinagre envejece lentamente en más de 1.000 botas de roble con una larga crianza. La influencia que el medio natural ejerce en el vino que empleamos como materia prima, consigue que tras el paso de los años podamos ofrecer vinagres excepcionales propios de su añada. En la bodega de Moriles, también están ubicadas las naves de crianza del vino fino.

CUIDADO Y ELABORACIÓN

Bodegas Toro Albalá se sitúa dentro de la zona D.O.P. Montilla-Moriles. Enmarcada dentro de las grandes zonas vitivinícolas andaluzas que se caracterizan por la elaboración de finos, debido a la presencia abundante de tierras albarizas.

Una de las características propia de esta comarca cordobesa es el cultivo de la uva Pedro Ximénez, con la que elaboramos tanto los vinos secos como los dulces. Toda ella de cepa nueva desde la crisis de la filoxera. Su adaptación al tipo de clima de la zona la hacen perfecta para soportar la escasez de lluvia y las altas temperaturas en periodos estivales.

De estas pequeñas parcelas, seleccionamos las mejores tierras para el cultivo, cosecha y elaboración de nuestros diferentes vinos. En el caso de finos, amontillados y Pedro Ximénez dulce (Don PX) es estrictamente obligado que sean de la zona de calidad superior (Sierra de Montilla y Moriles Altos). Las pequeñas tierras de la zona de Montalbán son necesarias para la pasificación de la uva.

ARTESANÍA: VINOS QUE TRANSMITEN EMOCIÓN

En Bodegas Toro Albalá hemos apostado por el sistema de añadas para elaborar vinos de carácter único e inconfundibles. Vinos que expresan la esencia de cada vendimia y de cada decisión tomada.

Nos gusta conservarlas tradiciones y cuidar hasta el mínimo detalle. Por eso, nuestros vinos más especiales son engalanados a mano por artesanos que transmiten ese cariño especial en cada botella.

  • Etiquetado a mano con materiales de calidad como papeles naturales o de roble natural.
  • Botellas numeradas  y firmadas por el autor que ha cuidado ese vino desde el origen.
  • Lacrado natural  con un sello único de nuestro símbolo Toro Albalá que certifica y asegura la calidad.